lunes, 20 de mayo de 2013

TARTA DIBO PARA LUCÍA


Vaya semanita que he tenido! Dos megatartas, un montón de modelados complicadillos, y un curso de tartas el domingo... He acabado agotada, vamos que iba a mi trabajo a "descansar", jajaja (espero que no lean esto, a ver si me van a mandar más trabajo!!!)

Esta tarta ha sido muy especial. Y muy viajera. Ha ido de El Puerto a Sevilla en tren. Y de Sevilla a Madrid en coche. Hay que querer mucho a la destinataria de la tarta para pegarse esa paliza, no? Mi hermana y mi cuñado son los que han querido regalarle esta tarta a Lucía, su sobrina pequeñita, por su primer cumple. Tienen dos sobris, Martina y Lucía, y a los dos se les cae la baba con ellas, así que no les ha importado pegarse esa paliza para que Lucía tuviera una megatarta para su primer cumple.
Lucía es un bombón, una rubia preciosa que tiene a la familia embobada, y cumplía su primer añito, todo un acontecimiento!




Cuando me dijo mi hermana de qué querían la tarta, me quedé como si me hablara en chino. Menos mal que existen san google y san youtube, no sé qué haríamos sin ellos, y me tuve que tragar un par de capítulos para ver de qué iban, y cómo eran los muñecos.
Cuando vi que el prota es un dragón lila hecho de trapo o punto, con una cremallera en la barriga de la que saca regalos, con millones y millones de pespuntes, se me calló el alma a los pies... ¿¿¿Cómo hago yo ahora esto???? ¿Cómo consigo que se vea que es de trapo, cómo se hace eso en azúcar???? Estuve a punto de pedirle a mi amiga Carmela, del blog Carmela Ganchillea que me hiciera los muñecos de ganchillo para ponerlos encima de la tarta, seguro que quedaban más reales. El problema era cuando se los fueran a comer, claro... 
Total, me lié la manta a la cabeza, y a pesar de tener que hacer un montón de muñecos más para otra tarta, me lancé a hacerlos y así han quedado... Me quedé con las ganas de hacer a la muñequita cocinera (no sé cómo se llama), que hace pasteles, pero el tiempo no me dio para más.

El conejito sí sé como se llama, Bonny. Me encantó hacerlo, aunque también va pespunteado de arriba abajo, me resultó más fácil de hacer que Dibo, y además me hizo mucha gracia ponerle esos pestañones que lleva. ¿A qué es mono???

El día antes de entregar la tarta tuve una tarde de muchos disgutos y sofocones, pues el fondant me jugó una mala pasada (mejor diría que me hizo una p....ada, pero no lo voy a decir, que sé que le enseñáis el blog a vuestros niños), algo que nunca me había pasado, en los más de tres años que llevo haciendo tartas, y que desde luego espero que no me pase nunca más porque no volveré a comprar jamás esa marca de fondant (no os voy a decir cuál es, hay mucha gente que lo vende, y me imagino que habrá sido una mala partida, si alguien quiere saberlo que me escriba por privado, pero no quiero decirlo por aquí para no fastidiar a nadie...)
Tengo hasta fotos del desastre, pero no os las voy a enseñar tampoco, no quiero herir la sensibilidad de nadie, qué desastre!, sólo os diré que se deshizo el fondant, que se rompía a trozos, que tuve que quitarlo entero y se llevó parte del ganaché de la tarta y tuve que volver a ponerlo, y dejar que se secara... Ay, me acuerdo y vuelvo a tener ganas de llorar!!!!
Total, que una visita de urgencia de Gonzalo a Cocinento para comprar más fondant, esta vez mi marca de siempre, teñir, volver a cubrir. Y ya eran las 12 de la noche. Y me quedé en blanco.

No soy de las que hacen bocetos de las tartas. Pienso en los modelados que voy a ponerles, algo de la decoración, pero la mayoría de las veces, pienso en el resto de la decoración cuando ya tengo la tarta montada y los muñecos colocados. Supongo que es mejor trabajar con todo pensado con anterioridad, pero yo no sé trabajar así.
Y esta vez me quedé en blanco.
Estaba agotada, con el susto en el cuerpo todavía, con otra tarta que entregar al día siguiente de la que me quedaban por terminar varios muñecos, un curso que preparar para el domingo, a parte de mi trabajo, claro... 
Menos mal que tengo a Gonzalito al lado, que siempre me anima y me dice "al final siempre lo sacas, siempre llegas a tiempo, tú puedes". Y por fin vino la inspiración. Bueno, volví a ver un par de capítulos y vino la inspiración, jeje. Vi un capítulo en el que Bonny encuentra una flor rosa. Las flores son botones, y me acordé de ese molde de silicona que casi nunca uso que tiene flores botones! 
Y vi que Dibo se echa unas cacho de siestas en las nubes.
Y que los nombres de los capítulos están como bordados en telas.
Y así quedó la tarta...



Tengo que reconocer que el resultado me encantó. Llevaba un montón de colores, que al final es lo que más llama la atención de los niños y hace las tartas muy alegres!

La tarta tuvo algún percance y llegó un poco accidentada, pero mi hermana me contó que a las niñas les encantó, y al resto de la familia también.

Yo me quedo con una llamada de teléfono que me hizo mi hermana desde Madrid. Me puso a Martina, la prima mayor que ya tiene 2 añitos, y me gritó al teléfono: "Artihta!!!" (léase "artista") Por supuesto mi hermana estaba por detrás de apuntadora, pero ese grito de Martina al final me subió el ánimo e hizo que todo lo anterior se me olvidara.

Y espero que Lucía se quede con el cariño que sus tíos le tienen, porque pusieron todo su amor en llevarle una gran tarta por su primer cumpleaños.
Felicidades preciosa, y que sigas creciendo así de feliz!

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