lunes, 7 de noviembre de 2011

TARTA 10º ANIVERSARIO PROTECTORA NO ME ABANDONES JEREZ


Hoy os quiero enseñar una tarta muy especial que he hecho este fin de semana. Tengo muchas tartas atrasadas sin publicar que debería enseñar antes que ésta, pero no quería retrasarme con esta publicación, así que la voy a colar.
Los que me leéis habitualmente os acordaréis de que hace unos meses tuvimos en casa una invitada muy especial, una perrita cocker que Gonzalo se encontró en el aparcamiento de un centro comercial. Podéis leer toda la historia aquí y aquí.
Para los que no lo habéis leído y preferís un resumen a leeros dos entradas mías (lo sé, siempre son demasiado largas, jejeje) os resumo un poco: Lía (la perrita que se encontró Gonzalo) estaba de vacaciones con su familia por la zona. Son de Badajoz. Su dueña, Patricia, una chica de 12 años encantadora, monta a caballo y se llevó a Lía a uno de sus entrenamientos en Jerez. Lía se quedaba mientras en una zona cerrada , y  se escapó de donde la habían dejado ese rato. 
Cuando Gonzalo la encontró perdida entre los coches la cogió y la llevó directamente a nuestro veterinario para que le leyera el chip y así localizar a sus dueños. Nosotros tenemos dos perros, y sabemos lo mal que se pasa cuando uno se te pierde, lo vivimos hace unos años con nuestro perro Curro y fue una de las peores noches de nuestra vida, afortunadamente lo recuperamos, pagando, eso sí, pero ésta es otra historia.
Lía estaba muy cuidada, se notaba que tenía una familia que la quería, por eso estábamos convencidos de que íbamos a localizar a sus dueños enseguida. Pero no fue así. Cuando el veterinario le intentó leer el chip, no estaba registrado, no estaba asociado a ningún veterinario ni a ningún dueño, tenía el chip, pero era como si no lo tuviera (ya nos hemos enterado de que es algo que hacen en los criaderos de perros, es necesario llevarlo a un veterinario después y registrarlo cuando sale del criadero).
El caso es que Gonzalo se trajo a Lía a casa, porque no conseguíamos localizar a sus dueños. Con dos perros machos en casa, yo con un esguince de tobillo y muletas y una tarta de bodas más 140 cupcakes por hacer no fue precisamente fácil tener a Lía en casa. Pero era tan buena que se hizo querer desde el principio, y en casa estábamos encantados con ella.
Al mismo tiempo pensábamos en la angustia que tenía que estar pasando su familia, nos poníamos en su lugar y el recuerdo del día que estuvimos sin Curro nos ponía los vellos de punta, teníamos que encontrar a su familia! Así que después de haber acudido a la pocía nacional, a la policía local, a los guardias de seguridad del centro comercial incluso a Medio Ambiente (donde me atendió una chica encantadora, pero que tampoco pudo hacer nada por el tema del chip) sin resultado, decidí publicarlo en el blog. No tiene nada que ver con las tartas, pero el blog al final se convierte en una especie de diario en el que compartes muchas más cosas de tu vida a parte de la repostería, y sé que el blog lo lee mucha gente (gracias, gracias, y mil gracias, no sabéis lo que me sigue sorprendiendo que alguien desconocido me diga que me lee!), así que decidí intentarlo, no perdía nada, no?
El caso es que hay mucha, mucha gente afortunadamente que quiere a los animales. Y también hay reposteros bloggeros entre ellos. Y Charo, de sweet colours, bendita charo, lo leyó. Charo tiene adoptados a sus perritos de una protectora de animales con la que colabora. Y cuando lo leyó me comentó que iba a mandarle en enlace de mi entrada a la protectora, para darle una mayor difusión.

Y a los pocos días un desesperado padre me dejó un comentario en el blog diciéndome que eran los dueños de la perrita, y que por favor nos pusiéramos en contacto con ellos porque la dueña, su hija Patricia estaba muy triste desde que la perdieron. Tuvieron que volverse a Badajoz después de las vacaciones sin ella, imaginaos el drama. 
No os puedo describir los nervios que nos entraron cuando recibimos el mensaje. Gonzalo los llamó inmediatamente, habló con ellos y nos dijeron que al día siguiente vendrían desde Badajoz a por ella. A la mañana siguiente, muy tempranito, estaban en casa recogiendo a Lía Patricia y su padre, y no sabéis lo bonito que fue el reencuentro, Lía estaba encantada de volver a estar con sus familia. Esa mañana recibimos llamadas de toda nuestra familia para preguntarnos cómo fue el reencuentro: mi hermana, mis padres, la madre de Gonzalo... a todos nos encantan los animales y estábamos deseando que apareciera su familia.

En un primer momento no sabíamos a través de quién nos habían localizado. La madre de Patricia nos dijo que lo había leído en el blog Antonia, pero no supimos a quién se refería.
Poco a poco me fui enterando de cómo fue todo: Antonia Hidalgo se puso en contacto conmigo a través de Facebook, y me comentó que era voluntaria de la Protectora No me abandones de Jerez. Al parecer habían recibido un mensaje en el contestador de una familia de Badajoz que había perdido a una perrita en Jerez y la estaban buscando. Y casi al mismo tiempo recibió a través de Charo el enlace a la entrada de mi blog en el que contaba la historia. Fue Antonia quien nos puso en contacto, y vivió con muchos nervios también todos los momentos previos a que Lía estuviera por fin con su familia.
Así conocí a Antonia, virtualmente, y conocí su trabajo en la protectora, en la que acogen a animales hasta que les encuentran una familia que los adopte.

Hace unas semanas Antonia me comentó que la protectora cumplía su 10º aniversario, y que aprovechando que iban a presentar un nuevo calendario para recaudar fondos para la protectora iban a hacer un acto y que le gustaría mucho que como sorpresa hubiera una tarta de las mías para celebrarlo. Por supuesto le dije que sí, quería colaborar en algo, así que les hice esta tarta.


Me habría gustado ponerle más cositas que tenía pensadas, pero como sigo con la mala racha, me quedé sin coche la semana pasada (precisamente me quedé tirada en mitad de la carretera, que por cierto está en obras, de camino a la tienda de Megasilvita en Rota, donde iba a recoger un pedido...), así que perdí un día entero entre esperar a la grúa, llevar el coche al taller, esperar a que mi padre pudiera llevarme el pobre a Rota a recoger el pedido horas después y me llevara a mi casa... Un desastre vamos. Por eso tuve menos tiempo para hacer la tarta y no pude hacerla como tenía pensado, pero al final quedó muy bonita, no?
Los perros y gatos de No me abandones se vistieron de fiesta para celebrar su aniversario, están guapos, a que sí?





Antonia me dijo que ellos suelen decir que los voluntarios de No me abandones son manos con corazón, de ahí que los animales de la tarta lleven corazones.
Desde aquí os invito a visitar la web de No me abandones , hay muchos perros y gatos esperando una familia que los quiera. Y por supuesto, si como nosotros, que tenemos dos perros y no podemos meter en casa a más, no podéis adoptar, hay otras maneras de colaborar. Acaba de salir a la venta su calendario, sólo cuesta 3€, y ellos lo necesitan de verdad. Aún no tengo el mío (por poco tiempo), pero me han dicho que el calendario es precioso, así que espero que LO COMPRÉIS!!!!! Tres euros para nosotros no es nada, pero para ellos es mucho!!!! Podéis adquirirlo aquí

Y para despedirme, quiero decir que ha sido un placer conocer a Antonia, aunque haya sido sólo un momentito, pero sólo con saber la labor que hacen en la protectora tiene toda mi admiración y respeto. Espero que agotéis las existencias del calendario y podáis seguir adelante con este fantástico trabajo que hacéis. Un besazo enormeeee!!!!!