lunes, 27 de diciembre de 2010

Tarta de bodas

Estaba deseando publicar esta entrada, no sabéis las ganas que tenía. Y aunque ahora mismo estamos con el espíritu navideño a flor de piel y lo que pega es publicar tartitas navideñas (que también las tengo, eh, tiempo al tiempo), tenía pendiente publicar esta mesa de postres y no quería esperar más.
El 26 de noviembre se casaron Ali y Jorge, nuestros amigos. La verdad es que era una boda muy deseada y esperada por todos, y tengo que decir que la espera mereció la pena, fue una boda preciosa y nos lo pasamos genial.
Después de hacer la tarta de mi boda y las galletitas de recuerdo, me ofrecí para hacerles a mis amigos lo que ellos quisieran. Ali me dijo que la tarta de mi boda le gustó mucho, así que me lancé a hacerle la suya. He tenido unos meses para pensar en el diseño, en el tamaño, en los pisos que iba a hacer. He buscado imágenes de tartas de bodas por todo internet (cuáaaanto me queda por aprender!!!) y fui haciéndome una idea de lo que les iba a hacer. Conocer a los novios y que además sean unos grandísimos amigos desde hace muchos años facilita las cosas, porque la verdad es que cada vez iba teniendo más claro qué les podría gustar y qué no. Tuve la suerte de ver el diseño del traje de la novia con mucho tiempo de antelación, así que también tenía ya elegidos los colores, porque tenía que ir a juego, claro... Y poco a poco , fui añadiendo elementos a la tarta: otra tarta con los muñecos, unos cupcakes haciendo juego con la tarta, una cupcake tower con los cupcakes de chocolate que a ellos les encantan, y la cupcake tower para los niños. Al final les hice una mesa de postres, y aunque me hubiera gustado hacerles más cositas (macarons, bizcobolas), creo que les gustó mucho.
Éstos son los cupcakes de chocolate rellenos y cubiertos con frosting de queso philadelphia y chocolate. Para mí los mejores sin duda, y la verdad es que a parte de los cupcakes para los niños, éstos fueron los primeros en acabarse.


Ésta es la tarta pequeñita que le hice con los muñecos de los novios. Los trajes de los novios son iguales que los reales. No sé qué le pasó a la novia, creo que la coloqué antes de que se secara del todo, porque menguó de tamaño y se dobló hacia un lado, aunque con tantos nervios no me extraña que algo saliera mal...

Ésta es la cupcake tower de los niños, con obleas de hello kitty y bob esponja. No eran muy elaboradas, pero ya os digo que esa semana fue muy intensa, y no me daba tiempo a hacer más... Aún así, volaron, y los niños estuvieron toda la cena diciéndole a la novia que ya habían cenado, para que le dejaran coger sus magdalenas.

Hasta aquí habéis visto las fotos "buenas" que me hizo Marina de la Rosa. Ella es la mejor amiga de la novia, y les hizo el reportaje de fotos. No sabéis las fotos taaan chulas que les ha hecho, son impresionates, bonitas, originales, muy profesionales. Ella es la que me ha diseñado el blog, y me ha hecho alguna que otra foto de mis tartas. Podéis ver sus trabajos aquí, aquí o aquí.
Os dejo algunas de las que hice yo. La fotografía no es lo mío, lo sabéis, pero ese día es que no daba pie con bola... Cuando me ofrecí a hacerles la tarta lo hice de todo corazón, además me hacía muchísima ilusión hacerles ese regalo. Pensé que si fui capaz de hacerlo en mi boda, en la que toda la comida la hicimos nosotros, compramos las bebidas, bueno, hicimos todo, con los nervios que todo esto conlleva... para la boda de otro lo iba a poder hacer con los ojos cerrados. Pues estaba equivocada. Primero porque mi boda fue en un jardín, sin catering, nosotros nos servimos, no había servicio de mesas ni nada, la tarta la corté yo (100 raciones en 10 minutos, jaja), y si faltaba tarta (que no faltó, eeh) o se me rompía una ración la cortarla, pues no pasaba nada, además era mi boda, no iba a poner en ningún compromiso a nadie más que a mí misma. Pero hacer esta tarta para unas 120 personas para una boda que se celebraba en un restaurante era otra cosa, es mucha responsabilidad. Para empezar, la tarta era imposible transportarla montada, yo creo que pesaba más que yo... (desde luego, cuando la puse en la encimera de mi cocina, era más alta que yo...aunque esto tampoco es que sea muy difícil...jajaja). Así que tuve que llevarla desmontada el día antes al restaurante. Allí habían montado en el salón donde iba a ser la cena, una mesa al fondo para las tartas. El dueño estuvo allí mirando cómo la montaba, y como nunca había visto una tarta fondant me estuvo preguntando cómo se partía, cómo se conservaba, cómo lo hacía... y yo mientras pegando las cenefitas que traía hechas en una bolsita de congelación con las manos temblando de los nervios... Llevaba un tarrito con glasa para pegar las mariposas, el alisador de fondant para arreglar posibles arruguitas, el cuter para recortar las cenefas, una caja con las rosas, otra con las mariposas...Y ya Gonzalo había dado dos viajes para llevar las cupcakes y los primeros pisos de la tarta... Ah, y a todo esto, el novio delante viéndolo todo! Vamos, que aunque yo no soy una persona nerviosa, ese día temblaba como un flan...

El día de la boda, entre el frío que hacía y los nervios...seguía temblando! Para colmo, yo leía en la ceremonia, y les escribí yo misma una palabras hablando sobre ellos, sobre su relación y nuestra amistad, así que tenía los sentimientos a flor de piel. Me puse muuuy nerviosa al leer, me temblaban los labios, las manos, uuf, qué nervios pasé! Y ellos estaban igual, descompuestitos, vamos!
Cuando llegamos al restaurante, lo primero que hice fue pedirle al camarero que me dejara entrar al salón para ver si se le había caido algo, alguna mariposa, yo qué sé...Estuve toda la noche antes pensando en si todo estaría en su sitio cuando llegara... cuando por fin comprobé que estaba todo bien, Gonzalo me preguntó: qué, te has tranquilizado ya, ahora que ya ha pasado todo? Y no, la verdad es que no, que quedaba lo peor...La novia aún no había visto la mesa de los postres, ni los invitados, claro, y además quedaba todavía comprobar que había tarta para todos los invitados. Una vez que la cortaron, tuve a Gonzalo un buen rato  levantándose para ver cuántas mesas quedaban aún por servir tarta y cuántos pisos quedaban... Éste fue el peor momento de la noche... Hacía un rato que el camarero que iba a cortar la tarta me preguntó cómo la tenía que cortar, y si iba a haber tarta para todo el mundo. Uuuf, no sabéis qué mal rato pasé... Al final, la tarta de los muñecos sobró enterita (unas 25- 30 raciones), así que después de ver a todo el mundo con su tarta, pude respirar. Me di cuenta de que casi no había comido con los nervios, y me comí mi tartita con unas ganas!!!

Abajo la foto de la mesa entera. Durante la cena hubo muchos invitados que se levantaron a hacerse fotos con las tartas. 

Unos detallitos:
Las iniciales de los novios:

Las mariposas haciendo juego con las de la tarta:


La tarta de los novios, ésta menos seria que la otra:

Y aquí los novios delante de la mesa:


Los dos iban guapísimos, y Ali es la novia que más he visto disfrutar durante los preparativos y durante su boda. Se lo pasó pipa y nos lo hizo pasar estupendamente. Hasta las 7 de la mañana estuvimos bailando, con eso os lo digo todo...

Abajo podéis ver el revuelo que se armó con las cupcakes de los niños, todos alrededor de los novios gritando: "Yo ésta! "para mí ésa!!!"

Y es que las cupcakes dieron mucho juego... verdad Ale???

Maite y Ale disfrutando de una cupcake...

Jorge y Ali,  ya sólo me queda decir que estoy muy contenta de haber hecho vuestra tarta (a pesar de los nervios!!!!). Ya os dije en la ceremonia que estamos muy orgullosos de teneros como amigos, que estáis siempre, en lo bueno, en lo malo y en lo regular, que nunca nos falláis... Siempre nos vais a tener como amigos.
Muchas gracias por dejarnos participar de esta manera en vuestra boda, nos lo hicisteis pasar genial, nunca lo olvidaremos.
Vivan los gitanos!!!!!!!!

martes, 21 de diciembre de 2010

Tarta Naipes con baraja española para Antonia

Hace algunas semanas Antonia me mandó un email comentándome que había visto mis tartas en el blog y que quería encargarme una como la de los naipes que he hecho un par de veces. Por poco no pude hacerla porque me la pidió un martes o miércoles para ese mismo fin de semana, y la verdad, entre el trabajo y los encargos tengo el tiempo muuuuuy justo, tengo que organizarme hasta el último minuto perfectamente para que me dé tiempo a todo. Al final, como esa semana sólo tenía dos tartas y no llevaba muñecos se la pude hacer. Aunque al final en hacer las cartas tardé más tiempo de lo que había pensado en un principio, no era tan fácil como pensaba... Antonia quería que las cartas fueran de la baraja española, y sinceramente es más difícil hacer el tres de oros o el dos de copas que el as de corazones (se hace con un cortador). Al final, después de mucho probar quedó así...

El que menos me gustó como quedó fue el uno de bastos...como me dijo una bruja cuando la vio, parece más un pimiento chili que el uno de bastos, pero bueno...hice lo que pude...

El 4 de espadas creo que quedó muy bien...

Y aquí el detallito de los dados y el cubilete. Mi padre cuando la vio me dijo que sí, que estaba bien, pero que tenía un gran fallo: al parecer según el palo al que pertenezca la carta, la "rallita" que enmarca la carta tiene uno, dos, tres o cuatro tramos. La verdad es que no tenía ni idea, y eso que me he echado mis buenas partiditas de solitario (me enseñó mi abuelo) y de cinquillo con mis abuelos y el resto de la familia. Cuando éramos pequeños, mis primos, mi hermana y yo íbamos a casa de mis abuelos y sacábamos un tarro de cristal enorme que mi abuela guardaba en un armario y que estaba lleno de pesetas, pesetas muuuy antiguas, que ella guardaba en el tarro desde hacía años. Jugábamos los cuatro unas cuantas partiditas al cinquillo apostándonos las pesetillas de mi abuela, y cuando acabábamos de jugar, devolvíamos religiosamente tooodas las pesetas, las ganadas y las perdidas, al tarro de mi abuela. Y aquí acaba mi relación con el juego...jajajaja, por eso no tenía ni idea de lo de las rallitas.
Bizcocho de brownie de chocolate negro, bañado con almíbar de chocolate y canela y relleno de buttercream de fresa.
Gracias Antonia por confiar en mí para vuestra tarta.

jueves, 16 de diciembre de 2010

TARTAS DORA EXPLORADORA POR TRIPLICADO!

Sí, sí, esta semana pasada he hecho a 3 Doras exploradoras!!! Qué éxito tiene esta niña! Una me la encargó Pilar para regalársela a Ana, una peque que cumplía 3 añitos. Había escuchado hablar de mis tartas, su hermana probó y vio la tarta de pocoyó para Rodrigo y le habló de la tarta. Pilar vio el blog y me hizo el encargo (y una compi del trabajo de Pilar también me encargó una, en cuanto pueda la subo que quedó muy chula).


Ésta es la tarta que le hice a pilar:


 


Y las otras dos me las encargó Fabiola para el cumple de sus dos sobrinas gemelas, Violeta y Victoria. Éstas dos tartas me dieron un poco de guerra, porque al ser dos tartas para dos gemelas, tenían que ser exactamente iguales, para evitar posibles conflictos... Y al hacer los muñecos a mano, sin moldes ni nada, es muy difícil que te algan dos muñecos iguales, así que lo tenía complicado. Al final opté por ir haciendo todo a pares: una cabeza, otra cabeza; hacía un brazo derecho, enseguida hacía otro brazo derecho...es la única manera que encontré de que me saliera lo más parecido posible...

Aquí tenéis las dos tartas juntas.




Aquí Botas dándose un bañito en el río...


 Algunos detallitos...




No salieron exactamente iguales, pero sí parecidas...





Y de momento hemos acabado con Dora...a ver hasta cuándo! Espero que a Ana, Victoria y Violeta les hayan gustado sus tartas, Felicidades a las tres!!!!
Y a Pilar y a Fabi muchas gracias por confiar en mí para las tartas de las peques!

domingo, 12 de diciembre de 2010

TARTA PARA UN TRIATLETA

Pues ya estoy aquí con una de las tartas atrasadas que tengo por publicar (y cada vez hay más..). Esta tarta me la pidió Marina para sorprender a Christian por su cumple. Le pregunté qué tema quería para la decoración, y tal como pronuncié la frase, me di cuenta de que la pregunta era absurda: la tarta tenía que ser de un triatleta! Y es que Christian es MUY TRIATLETA, los que lo conocen me entienden... Está dedicado en cuerpo y alma al deporte, como dice su mujer: UN TRIATLETA NUNCA SE CANSA... (Ay, Marina, cada vez que pienso en esta frase me acuerdo de la despedida y parto de risa...) Así que aquí está él, con su inseparable bici, por los caminos de tierra que hay cerca de donde vivimos, porque somos prácticamente vecinos, haciendo un descansito sin que le vea nadie...jejeje


La Florida es la zona donde viven, por eso lo de I Triathlon La Florida. Y patrocina Peluquería Por los Pelos, que tiene mucho que ver con este deportista de élite (vamos, que es suya...). Abajo la espalda con el dorsal con la publicidad del patrocinador.

Y aquí una vista desde arriba para que podáis ver bien la bici. Creo que para haberla hecho justo después de la boda (del jaleo de las tartas, cupcakes, etc y dé la resaca del fiestón) quedó muy graciosa. Sé que a Christian le gustó mucho, y que incluso bajó a enseñársela al vecino, así que prueba superada.

Por cierto, habréis notado que en esta entrada las fotos no tienen nada que ver con las que suelo colgar...jejje, ya sabéis que la fotografía no es lo mío... Éstas son las fotos que le hizo Marina a la tarta de su marido, es una profesional de la fotografía, tiene un estilo muy personal, podéis ver sus trabajos aquí o aquí. Como ella le había hecho fotos a su tarta, aprovecho y cuelgo las suyas... Marina, mis tartas en tus fotos parecen mucho más bonitas, ya te lo he dicho varias veces, muchas gracias!

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Tarta osita para Isadora

Vaya retraso que llevo con la publicación de las tartas...La verdad es que no tengo tiempo pa ná, pero tartas hago aunque no las publique, eeeh. La semana de la boda de mis amigos Jorge y Ali tuve muchísimo trabajo, toda la semana dedicada a la mesa de postres. El mismo día de la boda fue el cumpleaños de Isadora, la hija de Isabel, una amiga de mi madre de hace muchos años. Isabel siempre se ha portado conmigo genial, así que a su niña le tenía que hacer una tarta, además se la había prometido hacía tiempo. Para el mismo día no pudo ser, pero al día siguiente de la boda, con todo el cansancio acumulado de la semana de trabajo y de la noche de la boda que fue muuuuy intensa, le hice esta tarta.
Isadora es ya toda una señorita, y ella que había visto casi todas mis tartas, hacía ya mucho tiempo que eligió la tarta que le hice a Carmen (podéis verla aquí) para su cumple, y ésta le he hecho, no del todo igual, pero el topper sí es el mismo. Os dejo con algunos detallitos:



Isadora, felicidades, guapa, espero que la tarta te gustara.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Tarta cumpleaños para Noemí

Esta tarta me la encargó Juanmi, un compañero de trabajo, para su novia Noemí, otra comprañera de trabajo. Juanmi le dio muchas vueltas a la tarta, no sabía si pedirme alguna conm zapatos, o algo así, pero al final se decidió por un modelo diseñado por él. Y digo diseñado porque incluso me hizo en Paint un boceto con el diseño de la tarta. Cuando lo vi, me hizo muchísima gracia.

Hace poco la empresa en la que trabajamos abrió una nueva tienda muy cerquita, y Noemí tuvo un papel importante en esa apertura. Juanmi quería que le hiciera la tarta poniéndola a ella encima del cartel de la tienda vestida como el día de la apertura, y con una llave en la mano.
Es una pena que en la foto no se vea bien el detalle de la llave, porque quedó muy gracioso. Juanmi me dijo que el piso de abajo le daba igual cómo lo decorara. Estuve dándole vueltas a esto, no sabía muy bien qué ponerle que no desentonara mucho con la tarta. Y tampoco quise añadir más elementos del trabajo, que tampoco hay que abusar...no? Me dijo que a ella le gustaban mucho las Saylor Moon, esos dibujitos japoneses de hace ya unos añitos, en el que unas adolescentes se transformaban en guerreras y salvaban a los buenos de los malos. A mí de pequeña también me gustaban, y de lo que más me acuerdo es que cuando se "transformaban", salían alrededor de las chicas estrellas, corazones, como fuegos artificiales de muchos colores. Y colores es precisamente lo que sobra en las tartas fondant...así que nada, le puse mil corazones y estrellas de colores, y lunas, muchas lunas, por supuesto y así puse en una misma tarta a las Sailor Moon y al Decathlon...jejeje

Sólo hubo una pega: cuando el padre de Noemí se llevó la tarta, al rato me llamó para decirme que se le había caído un brazo y el flequillo...Me quería morir, dios qué apuro! Es verdad que la postura del brazo era un poco complicada, y que los muñecos, al estar hechos de azúcar, no duran mucho, y sobre todo, que yo modelando no tengo experiencia, nunca había hecho nada de esto, ni manualidades ni nada parecido hasta abril, por lo que es normal que me pasen estas cosas. Así que tuve que coger un "Kit de emergencias", pedirle la dirección e irme corriendo a sucasa, antes de que la cumpleañera llegara y viera la tarta. Con un poquito de glasa teñida del mismo color que el traje lo solucioné, y por lo menos Noemí vio su tarta, y sobre todo a "ella misma" con todos los miembros puestos en su sitio...jejeje.
Noemí felicidades por tu cumple y por ese novio que tienes, que se esforzó tanto en tu sorpresa!!